¿Qué tal funciona tu coche? No importa qué modelo tienes, debes mantenerlo correctamente. Periódicamente hay que revisarlo y realizar ciertas tareas específicas, imprescindibles para evitar problemas a tiempo. El mantenimiento de los filtros del coche es una de esas acciones inaplazables para tu vehículo. Por eso, desde Garygar queremos ayudarte a evitar desgastes prematuros o averías graves en tu automóvil por despistarte en el reemplazo de los filtros.
Los filtros de tu coche: estos son los principales
Vamos a hacer un rápido repaso a los filtros más importantes que tiene tu automóvil: de aceite, de combustible, de aire y del habitáculo o de polen.
Cuándo cambiar el filtro de aceite
Este filtro es el encargado de evitar que lleguen impurezas al aceite, considerado como la sangre del coche. Aunque son bastante sencillos —están hechos de papel—, cumplen perfectamente su función e impiden el paso de cualquier elemento ajeno. Su reemplazo es económico y, sí o sí, debes hacerlo cada vez que cambies el aceite.
Cuándo cambiar el filtro de combustible
Estos filtros duran más y en mejor estado en los coches de gasolina que en los diésel. El riesgo de ocasionar averías cuando no se sustituyen a tiempo es real. ¿Eres consciente de que el coste de una posible reparación en la bomba inyectora alcanza las cuatro cifras? No te la juegues: cada dos cambios de aceite, si conduces un diésel, reemplaza este filtro.
Cuándo cambiar el filtro de aire
Aunque también es de papel, su importancia es esencial para evitar la entrada en la cámara de combustión de cuerpos extraños. ¿Te imaginas el desastre que puede provocar una sencilla piedrecilla en tu motor? Cada fabricante cuenta con sus propias recomendaciones al respecto: entre los 30 000 y los 60 000 kilómetros es lo más frecuente. Su coste es reducido y lo amortizarás enseguida: ¡gastas más en combustible cuando lo llevas mal! Como referencia, una vez al año deberás plantearte su sustitución.
Cuándo cambiar el filtro de polen
Este elemento, llamado también filtro del habitáculo, evita que entren impurezas, residuos y malos olores a la climatización de tu coche. Dado que son objetos finos, de papel y su función es constante, se estropean pronto. Cada 15 000 o 25 000 kilómetros es una buena horquilla a considerar, aunque si vives en zonas polvorientas tal vez no sea suficiente.
¿Quieres evitarte problemas en el mantenimiento de los filtros de tu coche? Ven a Garygar: te los cambiaremos enseguida y con absolutas garantías.